IES Blas Infante - Córdoba, Córdoba

Yeray V. R.

Este colegio es un desastre en cuanto a disciplina, trato a los alumnos e instalaciones. Ponen amonestaciones por cualquier tontería, pero cuando hay problemas de verdad, miran para otro lado. Hay un favoritismo descarado, y a los profesores se les nota quiénes son sus alumnos "preferidos" y a quiénes tratan con indiferencia o desprecio, muchas veces solo por las notas.

El equipo directivo y los profesores solo escuchan la versión que les conviene, sin dar oportunidad a los alumnos de defenderse. Siempre quieren tener la razón y quedar por encima, como si fueran niños. Y encima, algunos profesores sueltan comentarios fuera de lugar si un alumno tiene dificultades con algo, en vez de ayudarlo.

Lo peor es que los mismos profesores llegan tarde a clase, pero si un alumno tarda un minuto en los pasillos, le cae una amonestación. Las normas solo las aplican cuando les interesa.

Además, las instalaciones dejan mucho que desear. En verano, el aire acondicionado es nefasto: muchas veces echa aire caliente y nunca lo arreglan. Y el tema de los baños es otro desastre. Huelen mal a todas horas, la higiene brilla por su ausencia y siempre los cierran, negándose a abrirlos cuando los alumnos los necesitan.

En definitiva, si buscas un colegio justo, con buenos valores y condiciones decentes, este no es el lugar.

María S.

El profesorado está dividido y eso se nota tanto en el trato al alumnado como entre los miembros del claustro.
El profesorado bilingüe y alguno con antigüedad parece gozar de privilegios a los que otros recién llegados (o que “no han caído bien”) no tienen acceso.

Hay segregación de grupos en el alumnado, no están hechos de forma equitativa; creándose mal ambiente a propósito en determinados grupos y disminuyendo muchísimo la calidad de enseñanza.

Hay instalaciones que necesitan una remodelación (laboratorios de ciencias y tecnología) y otros espacios (como los patios) que deberían cuidarse a través de un plan de convivencia que realmente funcione. De nada sirve pintar las paredes por el 8M si luego el patio está lleno de bocadillos pisados, zumos reventados y basura por todos lados.

Individualmente, hay profesores que se implican con su alumnado y tutores que realmente trabajan muy bien. Pero los de arriba (jefatura y dirección) necesitan un lavado de cara o una actualización en su forma de gestionar la convivencia y la creación de los grupos si quieren que el instituto vuelva a ser lo que era hace unos cuantos años.

Rafa G.

Preocupados por taparse entre ellos. Tratan al alumnado como números y no como personas. El director parece sacado de un anuncio de acoso porque inicia el curso diciendo que, aunque el alumno lo desee, muchos no podrán ir a la Universidad y que como padres debemos decir a nuestros hijos que no llegarán por mucho que se esfuercen. Trata de enfrentar a madres contra profesores y alumnos, para él seguir en el cargo. A los padres y madres los tratan como ineptos y cualquier reclamación la resuelve culpando a los padres de negligencia. Hay una parte del profesorado que merece la pena; grandes profesionales en su trabajo muy implicados. Éstos últimos se ocupan del alumnado y no de las estadísticas del Instituto en la selectividad.

Dani N. F.

Tengo recuerdos más malos que buenos de este instituto. Es cierto que hay profesores que se preocupan por sus alumnos, sí, pero se cuentan con los dedos de una mano y te sobran dedos.

Hay varias razones por las que le pongo esta puntuación:

-Por el hecho de ser estudiante, te tratan como un niñato: hacen lo que quieren contigo y lleves o no la razón, ellos siempre tendrán la última palabra.
-Hay profesores que han cometido verdaderas barbaridades y se han tapado entre ellos, al igual que hay profesores conscientes de que a sus alumnos les hacían bullying y pasan olímpicamente.
-Te ponen partes hasta por respirar.
-El tema de la pecera, (si llegas tarde a clase te encierran en una sala de cristal: excelente forma de aprovechar el tiempo), y así como el de poner un parte a un alumno por comprar un bocadillo, de esto mejor ni hablar.

Info P.

los profesores son más rancios que el pan de ayer, solo unos pocos se salvan y por los pelos, entre ellos no entra el director, que hablando de pelo, no sale muy beneficiado. Una completa vergüenza de instalaciones y trato del alumnado presente.

Alejandro P. M.

No saben gestionar nada:
(1)ni perimitir que cada uno pueda estudiar lo que quiera (en mi caso particular me asignaron las asignaturas que quisieron que yo en ningún momento había elegido, y no hablo de las obligatorias como lengua que también, sino que me obligaron a estudiar biologia informándome con menos de un dia de antelación antes de empezar el curso);(2) ni averiguar un papel;(3) ni saber qué hacer cuando un alumno se porta mal (evidentemente en este punto me refiero a plantearse por qué se comporta mal, no a aumentar los castigos);(4) ni como actuar ante la falta de profesorado;(5) ni organizar los viajes y las excursiones;(6) las instalaciones son horribles (muchas clases dan asco, baños cerrados, ordenadores sin conexion a internet, sillas rotas, el nuevo sistema de ventilacion, etc.),(7) algunos profesores no explican bien sus asignaturas, etc.
Además no existe el incentivo a mejorar ya que al ser un centro público este no tiene competencia. No solo el blas infante, sino todo el sistema educativo público se dedica a arruinar la vida a millones de jóvenes sin ni siquiera pedir disculpas.
Lo dice alguien que hace unos meses salió de esta cárcel que es el instituto y ahora va a poder estudiar lo que le gusta.
Pd: Mucho se enrollan con el francés pero el inglés lo enseñan FATAL ya podrían hacer un "bachibac" de inglés, que si no te apuntas a una academia no aprendes absolutamente nada.

Fatima F.

Te intentan inculcar sus ideas de izquierdas...no se como lo llaman en otros sitio pero eso es adoctrinamiento

rosa F.

Fuimos a ver el fútbol, Colegio Sagrada Familia y demás colegios, y los niños de primero de secundaria de mi colegio se sentaron donde pillaron ya que empezaba el partido. Y a los dos minutos de empezar viene una señora a gritarle a mis profesores de que no teníamos que ir, que eran su sillas, a todo esto las entradas eran regaladas. Los niños de ese colegio tirándole cosas a los críos de abajo. En si no se nada del colegio, pero aquel día la profesora dejó mucho que desear.